viernes, 18 de mayo de 2012

LA HUELLA ECOLOGICA QUE HA DEJADO EL HOMBRE POR EL PASO EN LA TIERRA:D

La huella ecológica es un indicador del impacto ambiental generado por el ser humano. Dicho burdamente, es el efecto que estamos produciendo sobre la Tierra a base de la explotación inadecuada, irrespetuosa y extrema de sus recursos. La huella ecológica se expresa como la superficie necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de éstas áreas. Explotamos los campos, las selvas, el mar… sin dejar un espacio de tiempo para que pueda regenerarse, no damos un sólo descanso a la Tierra ya que por encima del respeto está el bien económico propio. El cálculo de la huella ecológica está basado en el impacto que hace cada modo o forma de vida, es decir, comunidades de humanos, sobre el planeta comparándolo con la capacidad de éste. Éste cálculo está basado en: ■ Para producir cualquier producto se necesitan determinados materiales y energía, que como todos los productos existentes, tienen su origen en sistemas ecológicos. ■ A su vez, se vuelven a necesitar sistemas ecológicos para reabsorber aquellos residuos que hemos creado al obtener nuestro producto o al usarlo. ■ Más tarde, llenamos todo de infraestructuras que ocupan el espacio necesario para ecosistemas productivos. El cálculo de la huella ecológica es complejo y sus datos suelen subestimar el impacto real de la actividad humana por la falta de información disponible. La huella ecológica ha permitido comparar dos mundos completamente diferentes bajo un denominador común, su impacto al medio ambiente. Nos permite observar dos realidades estrechamente relacionadas: La primera observación nos permite ver que la forma de vida de los países ricos del planeta no puede expandirse al resto de sus habitantes. Mientras que la segunda, si hablamos en términos de economía planetaria sostenible, la minoría acomodada tendría que reducir su consumo y su nivel de vida porque no habría planeta suficiente para que todos vivieran como una ciudadano europeo acomodado dada la explotación de los recursos necesarios basado en la disponibilidad de combustibles fósiles. Lo que nos deja como conclusión, que la huella ecológica de una gran parte de los países desarrollados supera de manera desorbitada su propia superficie, dada la extracción de recursos y vertidos de residuos en lugares muy alejados de su territorio. En las condiciones actuales, unas cuantas plantas nucleares y de carbón, junto con un puñado de refinerías de petróleo y gasoductos suministran a los 300 millones de estadounidenses prácticamente toda la energía que requieren dejando una huella ecológica ridículamente pequeña, incluso tomando en cuenta la tierra utilizada por la minería a cielo abierto. (…) Las turbinas de viento requieren de cinco a diez veces más cemento y acero por vatio que las plantas nucleares, eso sin mencionar los kilómetros de caminos pavimentados y cables suspendidos. (…) Si, como yo, aprecian la vida salvaje, lo último que querrán hacer es regresar al hábito medieval de utilizar la naturaleza que nos rodea para obtener energía. Una sola granja de viento en Altamont, California, mata 25 águilas reales cada año: si una compañía de petróleo hiciera eso, la llevarían a juicio. Por ejemplo, si un país como EEUU produjera todo el combustible que utiliza para transporte como biocombustibles, necesitaría 30 % más de tierra de cultivo de la que dispone ahora para producir comida. Ridley también hace una comparativa en base a la demanda actual de energía de los 300 millones de habitantes de EEUU, de aproximadamente 10.000 vatios cada uno (2.400 calorías por segundo). Entonces, ¿qué cantidad de tierra requerirían las energías renovables? -Paneles solares del tamaño de España. -O granjas de viento del tamaño de Kazakistán. -O bosques del tamaño de India y Pakistán. -O campos de paja para caballos del tamaño de Rusia y Canadá combinados. -O presas hidroeléctricas con zonas de captación un tercio más grandes que todos los continentes juntos. Antes de los combustibles fósiles, la energía se obtenía de la tierra, y se necesitaba mucha tierra para obtenerla. Donde yo vivo, los arroyos fluyen libremente, los árboles crecen y se pudren en el bosque, los pastizales alimentan a las vacas, el horizonte no está contaminado de molinos de viento; de no ser por los combustibles fósiles, estas hectáreas serían requeridas desesperadamente para obtener energía que mantuviera las vidas humanas. A juicio de Matt Ridley, de una Universidad de Oxford, no. Según su criterio, los combustibles fósiles han salvado a los entornos naturales de la industrialización.